Hace ya un año que los sindicatos amarillos del sector de Grandes Almacenes, con nocturnidad, alevosía y premeditación firmaron un Convenio Colectivo injusto, fingieron que estaban negociando “in extremis”, hasta altas horas de la madruga, cuando todos los trabajadores sabíamos que iban a pasar por el tubo y donde “dije digo, digo diego”. Firmaron un convenio que nos hace cada día más esclavos, que contribuye a la precarización de nuestras condiciones de trabajo y que sólo ha tenido un objetivo, mantener los beneficios empresariales a costa de rebajar los derechos de los más débiles, los trabajadores.
A los que firmaron nuestra condena y que
se hacen llamar “compañeros” les decimos con claridad que no hemos olvidado lo
que nos han hecho, no olvidamos como han acabado con lo poco que nos quedaba,
les decimos que no les perdonamos, que nos acordamos de ellos cada
domingo/festivo que venimos a trabajar gratis, cada final de mes cuando v vemos
nuestra nómina congelada desde el año 2012, cada día de doblaje, cada hora de
las 28 de más que nos obligaron a hacer gratis, cada vez que nos ponemos
enfermos y no cobramos, cada vez que nos entregan un calendario trimestral y
cada vez que tenemos una distribución irregular de la jornada.
Por un convenio justo
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